Carta de cervezas

• FLOTZINGER WEIHNACHTSBOCK / WINTERBOCK
• Temperatura de degustación:
  8º-10º
• Notas:
  Bock invernal clásica, limpia y muy bien ejecutada, donde la malta es la protagonista absoluta. Perfecta para acompañar platos contundentes de invierno: cerdo asado, embutidos, queso curado o postres de masa especiada.

Historia

Flötzinger Bräu es la cervecería más antigua de la ciudad bávara de Rosenheim, con actividad documentada desde 1543, lo que la sitúa entre las cerveceras familiares en funcionamiento más veteranas de Europa. Sus orígenes se remontan a un pequeño obrador regido por maestros cerveceros locales en una época en la que el oficio estaba estrictamente controlado por gremios y por la Reinheitsgebot de 1516, la Ley de Pureza bávara que definía la elaboración de cerveza únicamente con agua, malta y lúpulo. Ubicada en un punto estratégico del comercio entre Múnich, Salzburgo y la región alpina, la cervecería servía a posadas, mercados y viajeros, ganando reputación como un productor estable y de calidad. Durante los siglos XVII y XVIII la cervecería sobrevivió a incendios, reconstrucciones y cambios urbanos, manteniendo siempre su derecho de producción dentro del casco de Rosenheim, un privilegio crucial que permitió su continuidad. La disponibilidad de agua pura y abundante, el acceso a cereales de la cuenca del Inn y la influencia de la tradición cervecera monástica de Baviera favorecieron su consolidación. El gran punto de inflexión llegó en 1848, cuando la cervecería pasó a manos de la familia Stegmann, que desde entonces —a través de seis generaciones— ha guiado su desarrollo y modernización. A partir de ese momento Flötzinger amplió sus bodegas de lagering, mejoró su tecnología de fermentación, adoptó innovaciones como la refrigeración mecánica y comenzó a definir una gama de cervezas que con el tiempo se convertiría en su sello: Helles, Märzen, Weissbier, Export y los Bock estacionales, entre ellos el Weihnachtsbock que hoy es una de sus referencias más apreciadas. Con la industrialización del siglo XIX y la llegada del ferrocarril, Rosenheim se transformó en un núcleo comercial dinámico, y Flötzinger Bräu evolucionó junto a la ciudad, convirtiéndose en un proveedor habitual de tabernas, feriantes y festividades como el Herbstfest, donde su presencia es esencial desde hace generaciones. Durante la Segunda Guerra Mundial la producción se vio drásticamente reducida debido a las restricciones de grano, pero la cervecería logró mantenerse activa, lo que facilitó una rápida recuperación en la posguerra. En las décadas siguientes se profesionalizó la planta de producción, se modernizó el embotellado y se reforzó la identidad regional, muy ligada al carácter tradicional y familiar que caracteriza a Baviera. Entre 1990 y 2010 la cervecería afrontó el auge de las grandes marcas industriales adoptando una estrategia basada en la defensa de su independencia, en la consolidación de su imagen clásica y en la recuperación de estilos estacionales históricos, especialmente sus distintos Bock, que se convirtieron en emblemas de la marca. En los últimos años Flötzinger ha renovado su imagen y sus instalaciones sin abandonar su esencia artesanal y su enfoque estrictamente bávaro. Ha aumentado su distribución, reforzado su presencia en festivales regionales y consolidado una reputación basada en la calidad técnica de sus lagers, siempre elaboradas bajo la Ley de Pureza y con un marcado protagonismo de la malta. A día de hoy Flötzinger Bräu sigue siendo una cervecera independiente, profundamente arraigada a Rosenheim y reconocida por mantener viva la tradición cervecera bávara a través de recetas limpias, maltosas y equilibradas que representan siglos de oficio familiar.

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